Los residentes del sector San Luis, en Santo Domingo Este, se sienten abandonados. Entre la acumulación de basura, las calles sin asfaltar y el repunte de la delincuencia, los comunitarios no encuentran respuesta a las graves deficiencias que los agobian.

La tristeza de un sector que lucha por progresar es visible en sus calles llenas de hoyos, piedras y desechos. A pesar de los repetidos llamados, las autoridades han hecho «oídos sordos» a sus reclamos.

El letrero de no tirar basura es ignorado y los desechos sólidos invaden las calles de San Luis

El letrero de no tirar basura es ignorado y los desechos sólidos invaden las calles de San LuisLeonel Matos

Crisis con la basura

Para Paula Solís, residente, el problema de la basura es crónico. Los camiones recolectores tienen un paso intermitente: «pasan un mes sí y otro no saben si correrán con la misma suerte».

Arístides Urbae también expresó su frustración con la recolección, diciendo: «Estamos pudriéndonos en sucieza».

Vertedero improvisado en San Luis. Los camiones recolectores tienen un paso intermitente.

Vertedero improvisado en San Luis. Los camiones recolectores tienen un paso intermitente.LEONEL MATOS/LD

Explicó que los camiones no pasan por las calles paralelas a las principales, lo que ha obligado a los vecinos a crear vertederos improvisados donde sí se presta el servicio.

«Por aquí no pasa la basura, eso le hace daño a las escuelas, hospitales y los niños porque es contaminación«, señaló el señor, mientras indicaba los basureros cercanos a su vivienda.

Altagracia, otra comunitaria, denunció que cuando el camión pasa por las casas, «tienen la mala costumbre de que si tú no le das, no te recogen la basura», citando el caso de su madre, a quien en varias ocasiones le negaron el servicio por no tener efectivo.

La mujer sugirió que el camión pase los domingos para que las personas que trabajan puedan sacar sus desechos.

Calles intransitables

La otra gran preocupación es el mal estado de las vías. Paula Solís insiste en que la zona «no tiene dolientes» ya que las autoridades ignoran su necesidad de contar con vías dignas.

Según Solís, la situación se agrava con las lluvias, que vuelven las calles «incomunicables» e imposibilitan la salida de sus casas.

Ante la inacción oficial, los vecinos han tenido que comprar cubetas de tierra y piedras para rellenar los hoyos.

«Esperamos Dios mediante que entre la mano del gobierno y nos dé su presencia porque siempre estamos en lo mismo; hemos pedido ayuda y nadie nos hace caso», precisó, señalando que solo las calles principales están asfaltadas.

Alarma por la delincuencia

Con la llegada de la época navideña, los residentes de San Luis han manifestado gran alarma por el repunte de los actos delictivos y los asaltos.

Esto ha llevado a los comunitarios a implementar medidas de seguridad extremas y a restringir sus rutinas diarias por temor.

Arístides Urbae describió la desesperación por proteger sus bienes: «Hasta a los carros hay que ponerles cadenas para que no se vayan a llevar las gomas», comentó mientras observaba cómo asegurar las llantas de un vehículo en venta.

La inseguridad obliga a las familias con niños a modificar sus hábitos, optando por el encierro a tempranas horas.

Comunitarios juegan pese al deterioro de las calles.

Comunitarios juegan pese al deterioro de las calles.LEONEL MATOS/LD

«Ahora que llegó diciembre, uno sale asustado sin celular ni nada, y como donde yo vivo hay cinco niños, tenemos que trancarnos temprano porque roban mucho», manifestó Altagracia.

Romelinda Crispi narró cómo la delincuencia ha escalado, pasando de los atracos en la calle a la violación de la seguridad doméstica, generando pánico.

«No se puede estar tarde en la calle porque estás atracado. Se han ocasionado robos que hasta las ventanas rompen y se entran a la casa, no se puede dejar la casa sola», precisó, señalando una vivienda que fue robada recientemente.

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