A pesar de los avances significativos en el sistema financiero dominicano, la inclusión financiera sigue siendo un reto prioritario, especialmente para la población adulta mayor. Este grupo enfrenta barreras únicas para acceder al crédito, en un contexto donde la digitalización de los servicios se expande rápidamente.
Según el informe “Hacia un sistema sostenible 2025”, publicado este mes por la Superintendencia de Bancos (SB), aunque la participación de los adultos mayores en el sistema financiero está en aumento, persisten diferencias marcadas en comparación con los grupos más jóvenes. El informe revela que el 16% de los encuestados en esta categoría reportó haber sido rechazado al solicitar algún servicio financiero debido a su edad.
Las entidades de intermediación financiera (EIF) en el país han comenzado a adaptar sus servicios, implementando atención preferencial, canales presenciales y programas de educación financiera para mayores de 65 años.
Sin embargo, el informe de la SB enfatiza que persiste la necesidad de fortalecer la accesibilidad tecnológica y la inclusión digital de este grupo, impulsando productos diseñados específicamente para su estabilidad y bienestar financiero.
“Su acceso se concentra principalmente en productos tradicionales de ahorro, con una menor adopción de canales digitales debido a limitaciones tecnológicas y percepciones de inseguridad”, destaca el informe.
Según datos de la ONE de 2022, alrededor de 1,058,000 adultos mayores residen en República Dominicana, y se estima que la población de mayores de 60 años crecerá un 37.4% para 2030 y un 20% para 2050.